El dinero es un método de intercambio común en la sociedad que usamos para el pago de mercancía, servicios o cualquier tipo de deuda.
Antiguamente el comercio se llevaba por medio del trueque es decir el intercambio directo de bienes y servicios por otros. Este sistema era ineficiente ya que los vienes que se intercambiaban en ocasiones eran innecesarios por lo cual no se podía llevar acabo el trueque.
En Europa después de la Segunda Guerra Mundial, el chocolate servia como moneda de cambio por otros bienes, por su aguda escasez.
El dinero que fue usado en sus inicios no es como hoy lo conocemos. Distintas civilizaciones han adoptado distintos bienes para realizar la función de dinero: alimentos, conchas, metales y piedras preciosas, etc...
Con el tiempo el oro y la plata fueron usados como dinero debido a su valor, la facilidad de transportarlos y que son metales que conservan sus propiedades a lo largo del tiempo. Para garantizar o certificar que un trozo de metal o moneda contenía una cierta cantidad de oro o plata, se comenzó su acuñación, a modo de garantía o certificación, por parte de gobiernos y bancos, que avalaban el peso y la calidad de los metales que contenían.
Las primeras monedas que se conocen, se acuñaron en Lidia, la actual Turquía en el Siglo VII a. C.
Entre 1870 y la Primera Guerra Mundial se adoptó principalmente el Patrón oro, de forma que cualquier ciudadano podría transformar el papel moneda en una cantidad de oro equivalente.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados establecieron un nuevo sistema financiero en los acuerdos de Bretton Woods, en los cuales se establecía que todas las divisas serían convertibles en dólares estadounidenses y sólo el dólar estadounidense sería convertible en lingotes de oro a razón de 35 dólares por onzas para los gobiernos extranjeros.
Desde 1973 hasta nuestros días, el dinero que hoy usamos tiene un valor que está en la creencia subjetiva de que será aceptado por los demás habitantes de un país, o zona económica, como forma de intercambio. Las autoridades monetarias y Bancos Centrales no pretenden defender ningún nivel particular de tipo de cambio, pero intervienen en los mercados de divisas para suavizar las fluctuaciones especulativas de corto plazo, con el objetivo de mantener a corto plazo la estabilidad de precios y evitar situaciones como la hiperinflación, que hacen que el valor de ese dinero se destruya, al desaparecer la confianza en el mismo o la deflación.
